Café, Arte y Cocina

Café, Arte y Cocina

Definitivamente llevamos el café en los genes, quizás ya en un nivel imperceptible.
Nos determina a buscarlo por el recuerdo de quienes somos, de momentos, la familia y sus reuniones extendidas en una segunda ronda. También se coronó como la escusa perfecta, el espacio seguro para descansar entre medio de la oficina, un refugio en la ciudad. También hay personas que justamente por genética tienen tanta resistencia a la cafeína que puede tomarse un café antes de dormir para relajarse, 5 tazas al día es poco. (Probablemente sea usted que está leyendo).

 

Más que hablar de la ciencia del tostado que es la cocina del café, me gustaría decirles que para cada cafetero hay un gusto único en el que cada sorbo es un momento expansivo, de descanso y satisfacción. Estamos hablando de la intimidad donde nos sentimos a nosotros mismos porque es lo que te regala el café, sentirte a ti mismo.

 

Hay una infinidad de cafés, de tostados y métodos de preparación. A muchos les gusta cuando se carameliza el sabor a tostado (Intensidad en retrogusto), a otros cuando el filtrado está frío (que realza el dulzor cuando se enfría). Algunos sofisticados y otros sencillos pero sinceros en lo que buscan. La pregunta importante no es comercial, no es el cliché de que lo mejor es lo que más te gusta, de que te voy a vender lo que tú quieres hoy, la pregunta es ¿Quieres realmente vivirte con el café en un viaje en el tiempo? ¿Arriesgarte a aprender y sentirte en el cambio?

 

Nunca antes tuvimos acceso a probar las tierras de todo el mundo en las tazas que ofrece, explorar los tuestes con tanta tecnología y sobretodo llevarlo al método para tu ritual propio. Esto lo tenemos que aprovechar y por esto hoy más que nunca te invitamos a que tu café sea una experiencia de cambio, un viaje constante de descubrirte en los sabores de cada taza, de cada historia.

 

El arte se siente, la ciencia se explica. Con esta convicción sabemos que lo importante primero es sentir y ya con esto comenzar a desarrollar el conocimiento.  En tu propio viaje lo primero fue el arte, te juro que nadie comienza sintiendo el café porque pensó cuál era el mejor y sabía lo que le gustaba. Lo más probable es que de niño te lo dieron como un premio y reconocimiento de madurez (física o psicológica??) de todas formas estuvo mal darle café a un niño pero lo importante es que no lo elegiste, lo sentiste. Ya por eso tienes lo valioso. ¿Ahora qué viene? Te invitamos a aprenderlo, viajar aprendiendo. Te invitamos a seguir, a probar y explorar con nosotros el café, desde el enfoque importante: Tu experiencia.

 

Salud.

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Antonia Cea

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