La Finca Acantilada

"Hay que ser muy berraco" decía el antioqueño que por primera vez trabajaba en La Gabriela, si acaso una subida de 500 metros no le hacían dudar de su orgullo regional. Deben saber que la gente del norte de Colombia, Antioquia (donde Medellín es capital), son orgullosos por llamarse a sí mismos "berracos". Una berraquera sería una tarea muy difícil y exigente que acostumbraron a asumir como parte de su orgullo al ser capaces de todo. No por nada son el polo económico de todo su país, la prosperidad que tienen se la deben a su valía de trabajar duro en todo lo que sea un desafío, no por algo están en la mayor altura del país, viviendo entre montañas y sus dificultades.

¿Y el café? ¿Qué tiene que ver la Gabriela en esto? Pues mucho porque sin este espíritu de superación no tendríamos los cafetales con picos de pendientes más pronunciados del país. No sabemos realmente si en su tiempo eran las tierras más baratas por ser las más difíciles de trabajar. Probablemente sólo un loco compraría fincas de tanta dificultad de cultivo. Mejor Huila, Quindío, Santander... vaya usted a saber. Pero al que le tocó Antioquia sabía que no iba a escoger la opción cómoda. 

Esta finca maravillosa exige cosechar de arriba a abajo sin parar. Lotes completos sin opción a clasificar la cosecha de manera transversal. En algún artículo podremos explicarles el efecto de la capa terrestre en las diferentes alturas y como ese "Terroir" influye en el sabor del café. Hoy solo puedo decirles que quizás por accidente esta Finca que pudo haber sido subvalorada en el pasado hoy es una de las mejores de todo el país, ofreciendo más de 5 cotas de altura en la misma taza, unidas por su tierra y clima, son un viaje completo de sabores en la misma estación. Por favor disfruten de esta joya que es La Gabriela C.Bolívar.